Publicaciones recientes

martes, 21 de junio de 2016

1,2,3


Si hubieras llegado hoy a mi casa, tus cejas quizá se hubieran levantado un poco, quizá no muy gratamente asombrada. Y es que la sala de mi casa, y el comedor, y la cocina y el cuarto de lavado, eran evidencias claras de mi disciplina poco disciplinada. No es que hubiera un caos, no. Digamos que en términos generales, mi "orden" era aceptable, comprensible (es lunes) y loable (estoy haciendo muchas cosas al mismo tiempo).
Pero ciertamente, había varias cosas fuera de lugar, que evidenciaban varios de mis dolores de cabeza: inconstancia, desorden, orgullo. Y "as always", Dios tuvo mucho que decir cuando abrió mis ojos al pequeño caos reinante. Ya sabes que la palabra de Dios es útil, es aplicable, y con su profundidad , revela lo que hay en nuestro corazón. Así que permíteme compartir lo que me mostraron.
**INCONSTANCIA. Así como en mi cuarto de lavado, en mi vida espiritual, a veces ando por episodios. Puede ser que de repente inicie algún estudio, algún tiempo de oración, y después de algunos días, todo vuelve a la normalidad: no hay perseverancia. No hay continuidad . EL doble ánimo me gobierna y me alejo del siempre eterno amor de Dios.
"Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia." Lucas 8;15
Esto es lo que el mismo Jesús me llama a poner en acción lo que ya sé y Su palabra dice. Jesús me llama a ser una buena tierra humana, donde la semilla que Él ha plantado, fructifique a favor de otros. No en mi favor. En beneficio de mi prójimo puedo perseverar en perdonar, en dar, en dejar el pasado atrás. ¿Por qué? Porque así lo ha hecho Dios conmigo. Con amor eterno y perseverante me ha amado.
**DESORDEN. Es pariente de la inconstancia, sin duda. Pero el desorden se vuelve un sutil y efectivo enemigo de nuestra vida espiritual, por la sencilla razón de que tenemos prioridades mal planteadas. Y así como sucedió en la planta baja de mi casa hoy, mi casa espiritual se vuelve inhabitable, cuando no tengo a Cristo como primero en mi corazón, en mi mente, en mis fuerzas.
Convierto a Dios en un número más de mi lista de cosas por hacer (lista que no tengo...) en lugar de recordar que sin Dios, sin Cristo, estoy perdida.
"Pues Dios no es Dios de desorden sino de paz, como en todas las reuniones del pueblo santo de Dios.! 1 Corintios 14:33
Una casa limpia, barrida, trapeada y olorosa, a mí me encanta. Tontamente, sí, podría decirte que me da paz. Y paralelamente, sé que cuando vivo sin tener a Dios y sus mandamientos, como prioridad, mi vida no está en paz. Por eso necesito limpiarme, orar intensamente y arrepentirme cuantas veces sea necesario ante el trono de Gracia, apelando a eso justamente, a la gracia de Dios que perfuma y adorna mi alma. Ponerse en orden espiritual, es arrepentirme.
**ORGULLO. ¿Que tiene que ver el orgullo con desorden e inconstancia? Todo. El orgullo, mi ego, mi soberbia, me hace pensar que mis métodos y formas son los correctos.
La sala de mi casa, la cocina y el cuarto de lavado, tal vez podrían dejar ver una servicial y eficaz ama de casa.. y me encanta que me vean así. Como una laboriosa dama de la cual quizá, hay que compadecerse. Es feo, pero quizá es la verdad que está en lo profundo del corazón; tengo tanto por hacer.. ¿qué tanto es "tantito"? Tengo derecho a... Disfruto mi desorden
Y además, así no luzco como una mujer que va haciendo conforme se le ocurre, empezando cosas, dejándolas sin terminar, y evidenciando, eso sí que mis ideas son siempre las mejores y no hay por qué sujetarse a lo que dice la palabra de Dios.
"Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión"
Salmo 19:13
Foto de Vestida de Su gracia.Cuando espiritualmente empiezo a hacer lo que se me pega la gana, se me ocurre o deseo, estoy siendo dominado por mis soberbias, presumiendo de mis rebeliones.. Soy yo, quien establece el ritmo de vida, cuándo cumplir la voluntad de Dios. sin recordar que Él me hizo, y no yo a mi misma, que es Dios quien me ha dado Su Espíritu para sentir el peso de su amor, mi necesidad de arrepentimiento, y la inmensa misericordia de Su gracia:
"Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque Yo te redimí." Isaías 44:2
Es Dios quien redime, es Cristo que ha pagado precio de muerte por la libertad que me ha dado, y que pisoteo, consciente o inconscientemente, al despreciar la cruz. Mi relación con Dios, mi amor a Cristo, no depende únicamente de cuán fuerte sea mi deseo de hacerlo. Depende del Espíritu Santo.
El es quien me muestra y convence de lo que está mal (pecado) me muestra lo falible que soy (sólo Cristo me fortalece) y que quitar esto de mi vida, es tan sencillo como reconocer que Jesús ya venció (justicia) y por eso mismo, tengo oportunidad y gracia para regresar al camino de vida abundante y eficaz: Es por Su Espíritu que el mío será puesto en orden..
Así que de vuelta , otra vez, a lo básico. Al 1,2,3. Paso a paso. Día a día. El Espíritu Santo de Dios dominará la carne, para honra y gloria del nombre de Cristo.
¡Bendiciones!
C

SUFICIENTE DUELO


Ahí estaba: otra vez "eso" revoloteando en mi cabeza - ya sabes, pensamientos recurrentes, por no decir obsesivos- acerca de temas, personas, situaciones que quizá no se resuelven de la mejor manera.
Y la mejor manera para mí, es a mi manera... claro.
Pero ayer, mientras iniciaba el devocional de Ama a Dios Grandemente (te lo recomiendo, pasa por ahí), el primer versículo del estudio me zarandeó.
"Ahora bien, el Señor le dijo a Samuel:
—Ya has hecho suficiente duelo por Saúl. Lo he rechazado como rey de Israel, así que llena tu frasco con aceite de oliva y ve a Belén. Busca a un hombre llamado Isaí que vive allí, porque he elegido a uno de sus hijos para que sea mi rey." 1 Samuel 16:1
La Biblia nos cuenta que Samuel había llorado y sufrido la decisión de Dios de desechar a Saúl como rey de Israel. Sus constantes rebeliones, mostraban un corazón que tenía como prioridad, su propio bienestar antes que la gloria de Dios. Saúl mintió, acomodó su prestigio y desobedeció a Dios, no era un hombre que tuviera a Jehová en sus prioridades.. pero aún asi el profeta Samuel, lo amaba. No sé si eran amigos, amigos, pero ciertamente había un afecto de por medio, porque si no, no hubiera llorado la separación de Saúl... Y lloró por la decisión de Dios de quitarlo del reino y de su vida. El mismo Dios hablando y comunicando su decisión, y ¿el profeta? llorando por lo perdido en vez de maravillarse por que Dios le dice que llene su cuerno de aceite, para ungir al nuevo rey.
Y me quedo pensando, como siempre,en cómo aplico esto a mi vida: ¿sigo en duelo? ¿sigo llorando mi "pérdida" ? 'Dios ha quitado cosas, personas en mi vida y sé que Su voluntad es buena, agradable, perfecta, y aún más, en su misericordia, ha llenado una y otra vez mi vida con maravillas.. Entonces ¿por qué añoro? .
La respuesta fácil sería: porque soy humana y tengo sentimientos. La respuesta sincera ante Dios es: por orgullo, por soberbia.
Foto de Vestida de Su gracia.Ni más ni menos. Mi bella personalidad no puede lidiar con pequeños o grandes rechazos. Busca aceptación, reconocimientos, fama, popularidad, aprobación.
Ah esos corazones perversos como el mío, de los que habla Jeremías 17:9
"Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y PERVERSO; ¿quién lo conocerá? "
Dios me conoce al dedillo. Sabe mis discursos y excusas, sabe mis razones y sin razones, y sabe también, perfectamente, que el orgullo toma formas tan impredecibles como la autocompasión, o el enojo, o la autoexaltación de pensar que no merezco ni la más pequeña de las ofensas.
Por eso Dios en su infinita sabiduría y misericordia, me lleva de nuevo, una y otra vez, a la cruz. Y ahí me muestra, en la persona de su Único y amado Hijo , Jesucristo, lo que es sufrir por algo inmerecido. Lo que es callarse la boca, aún cuando todo lo dicho en Su contra, era mentira. Lo que es tener amor para perdonar, a quienes lo clavaron en esa cruz.
Y lo más impresionante de todo: nadie lo obligó. Lo hizo por amor. Para honrar a Su Padre. Lo hizo para darnos libertad. Lo hizo para hacernos aceptas en el Amado, en Él (Efesios 1:6) y saber, vivir, reconocer que si estamos en Cristo, no necesitamos nada.
Es decir, nada para llenarnos. Pero sí mucho de lo cual necesitamos despojarnos - despojarme- de egos heridos, hipersensiblidades emotivas y una excesiva preocupación por mi misma.
Tiempo de mirar la "pérdida" y saber que no hay tal ni razones para duelos, ni llantos, ni añoranzas, ni pensamientos recurrentes, por nada ni por nadie. La voluntad de Dios es buena, es agradable, es perfecta. Y aún cuando mis sentimientos tienden a olvidar eso, sé que el Espiritu que vive en mí, me muestra mi pecado, me muestra Su justicia y me recuerda que sólo Dios, Jesucristo, es Juez.
Así que a calmarnos. A calmarme. A bendecir en lugar de reclamar. A perdonar en lugar de acumular faltas de otros. A recibir la voluntad de Dios como mi Señor Jesús oró:
"Que tu reino venga pronto.
Que se cumpla tu voluntad en la tierra
como se cumple en el cielo." Mateo 6:10
El orgullo no engorda, dice el a veces sabio facebook. Hay que tragárnoslos de vez en cuando.
Y recordar, que
" Yo soy de mi AMADO,
Y conmigo tiene su contentamiento. " Cantares 7:10
Y esto no es para duelo, sino para gozo, eterno. Cristo es suficiente.
Bendiciones, mi querida hermana lectora.

CORTA LA ONDA

 Largas amistades, quebradas. Familias separadas. Matrimonios llenos de rencor. Problemas laborales. Convivencia vecinal, difícil. Iglesias divididas.Todo eso es resultado del chisme, de la calumnia y estoy segura que algo de eso te ha tocado ver o vivir: cómo el chisme impacta de manera tan decisiva la vida de todo el mundo. Es como las ondas que surgen, después de tirar una piedra en un agua tranquila.. puedes ver donde comienzan, pero no alcanzas a ver dónde terminan.
Y es que el lenguaje. que nos fue dado por Dios como fuente de bendición, en manos de personas pecadoras, caídas - o sea,todos nosotros - se vuelve en una dolorosa manera de derribar vidas, relaciones, ministerios.
Foto de Vestida de Su gracia.El chisme es un pecado, porque atenta en contra de otro ser humano, creación divina, que casualmente, es mi prójimo, y ya sabes lo que dijo Cristo; que amemos a Dios con todo nuestro ser, mente y fuerzas... y a nuestro prójimo como a nosotras mismas. Y uno pensaría que las mujeres cristianas, salvadas y redimidas y confesas de que Cristo es nuestro Dios, estamos totalmente conscientes que chismear, calumniar, no es algo que debamos hacer. Eso es lo que enseña la carta a Tito.
"De manera similar, enseña a las mujeres mayores a vivir de una manera que honre a Dios. No deben calumniar a nadie ni emborracharse.[a] En cambio, deberían enseñarles a otros lo que es bueno." Tito 2:3
Pero es dolorosamente sorprendente, que muchas de las conversaciones de mujeres cristianas, son chisme puro. No me malentiendas. No pretendo decir que para evitar el chisme, no hables con nadie. Es cierto, que "en las muchas palabras no falta el pecado" Proverbios 10:19a ...pero
"el que refrena sus labios es prudente" Proverbios 10:19b. No es algo que no podamos evitar. Podemos elegir no hacerlo, no participar.
Dice la Biblia que Dios creó al mundo con Su palabra. Dijo y fue hecho (Génesis 1, léelo). Entonces Su palabra, es creadora. Da vida. Produce para bien.. y si yo y tú estamos hechas a la imagen y semejanza de Dios, entonces.. ¿cómo deberían de ser nuestras palabras?
Lo que hablamos, importa y mucho. Pero recordemos que lo que pensamos sale -lo quieras o no, tarde o temprano- en lo que decimos. De la abundancia del corazón habla la boca. Entonces habría que regresar mil y una veces, a lo que dice Filipenses 4:8
"Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza"
Así que cuando llegue esa persona, esa hermana con una jugosa noticia de última hora sobre la desventura de alguien, ruego a Dios que traiga a tu memoria este verso. Cambia la palabra "pensar" por hablar.
No formes parte del círculo venenoso del chisme. No te hagas cómplice de estar hablando sobre otros, inventando sobre otros, aumentando pecados en la vida de otros.¿Te gustaría que tú, y no esa pobre persona, fuera el tema de discusión? Seguramente no...
Y si así has hecho, si has chismeado, calumniado, arrepiéntete. Rápidamente. Sinceramente. Porque la palabra en original para nombrar a los chismosos y calumniadores, es diábolos. Diablo. Y obviamente, alude a Satanás.. ¿a semejanza de quién estás viviendo?
¿Has sido víctima de chisme?¿Te han calumniado ante todo el mundo? No quiero ni pretendo menospreciar tu dolor... pero pon los ojos en la cruz. Ahí nuestro Señor Jesús, el Único y Justo varón, sufrió injustamente la mentira que sobre Él dijeron.
Pon los ojos en la cruz, una y otra vez, en Cristo que es nuestro gran ejemplo, y corta la onda del chisme. No permitas que avance.
"El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve, que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén. "
Con nuestras palabras , podemos dar gloria y honra al nombre de Dios, al nombre de Cristo. El Espíritu que ya vive en nosotras, nos ayude.
Corta la onda.
¡Bendiciones!
C

¿ACOSTUMBRADA O APASIONADA?



Te sucede con todo: desde la comida hasta tu familia. Lo que puede ser - y es- un milagro, lo vemos como un hábito un tanto fastidioso, rutinario, aburrido.
A veces mi mente bosteza y bosteza de aburrimiento, de indiferencia.. ¿ te sucede ? Y es que de repente, amaneces y a todo el mundo le dio por tornarse gris, difícil, sin interés, sin chispa y te preguntas.. ¿Qué les pasó?
La respuesta está en el espejo: No son ellos, soy yo.
Soy yo mirando a los demás sin revisar mi vida. Soy yo, que avanzo sutilmente en indiferencia hacia todo, como consecuencia natural de una apatía mayor: he caminado lejos de la base, lejos de la cruz, lejos de Cristo. Como Pedro, he seguido la cruz desde atrás, escondida.
"Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos." Lucas 22:54
Se que no sólo a mi ha llegado ese tiempo, donde parezco muy acostumbrada, habituada a la Salvación . Donde olvido de dónde - pónle el emoticón de horror aquí- me rescató Cristo, o tengo una visión bastante romántica y alejada de mi vida pasada.
Se que no soy sólo yo... porque la vida cristiana la vivimos humanos imperfectos, falibles y tentables, y que con cierta frecuencia perdemos la sintonía del Espiritu Santo.. porque nos alejamos de la cruz.
La seguimos de lejos, como una rutina buena, pero sin pasión. Con una fe acostumbrada a recitar versos, decir aleluyas y amenes y gloria a Dios sin razonar bien a bien que el Autor de Salvación, Cristo Jesús, entregó su vida por amor.
Su amor le costó muerte, humillación, separación de Su glorioso Padre... ¿y yo estoy acostumbrada a eso?.. ¿Habituada a nombrar a Cristo como mi Rey.. pero viviendo en MI soberanía?
No, querida.. Es necesario arrepentirse. Es necesaria la pasión. Mi respuesta, tu respuesta a Cristo - porque créeme, aún la apatía es respuesta- debe de ser en un amor como Él amó: sacrificialmente, totalmente, apasionadamente. Un amor al Señor Jesús que tenga a mi corazón en constante anhelo, en contínua expectación por Él , añorando Su regreso, recordando Sus palabras, ensanchando mi Espiritu con el fuego de Su palabra.
Llevándonos más allá de nuestra cómoda costumbre, y despertando nuestra alma del letargo del pecado, de la tibieza de la indiferencia , pidiéndole al mismo Jesús, que renueve nuestro amor por Él, Dios Santo, Justo y Poderoso, temible,pero Fiel y es Su voz la que me llama:
"Mi Amado habló, y me dijo:
Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. " Cantares 2:10
Me recuerda que le pertenezco. Me llama a levantarme de mi ego, y acudir a Él. Su palabra me da vida, me llena de gozo Su presencia..
Cantares 2:8 ¡La voz de mi Amado! He aquí él viene.
Regresará en victoria. Regresará a reclamar lo suyo... !!Y somos suyas!!!!
" Cantares 7:10 Yo soy de mi Amado,
Y conmigo tiene su contentamiento. "
¿Qué más podría pedir?¿Qué aventura apasionante ha de llenarme del gozo de Cristo? Nada se compara, nada es igual, nada vale la pena sin Él.
Ora. Ora. Ora. Que el Espiritu Santo nos muestre siempre, esa convicción de necesitar a Jesús siempre, de nunca habituarnos a Su obra perfecta, planeada desde antes del tiempo, y jamás, jamás dejar de asombrarnos de Su incomparable Amor.
Bendiciones, querida.
C